El viajero
Por James Dillet Freeman
Él se ha hecho invisible. Querido Señor, no puedo comprenderlo, pero esto sé: que aunque el camino ascienda y se aleje de mi vista, no habrá noche; que Tú lo tomarás suavemente de la mano, y lo guiarás a lo largo del camino de la vida que nunca termina y él encontrará, no la muerte, sino un amanecer. No dudo que Tú estás allá como acá, y que lo cuidarás con amor. Nuestra vida no comienza al nacer, no es de este mundo; y eso que llamamos la muerte, no es más que el abrir y cerrar de una puerta, y en Tu casa; ¡cuántas recámaras debe haber además de ésta en la que descansamos de momento! Querido Señor, te doy gracias por la fe que libera, el amor que sabe que no puede perder lo suyo; el amor que, mirando a través de las sombras, ve que Tú y él y yo, ¡somos siempre uno!
1 comentario:
Un tema que todos debemos de conocer
Publicar un comentario